Reabre la alberca semiolímpica de Río Blanco tras 12 años de abandono, gracias a ex obreros

Río Blanco, Ver. — Después de más de una década en el olvido, la alberca semiolímpica del Centro Recreativo de Río Blanco vuelve a llenarse de vida. Gracias al esfuerzo colectivo de ex trabajadores de la histórica Fábrica de Río Blanco, este emblemático espacio reabrió sus puertas este jueves 17 de abril, marcando el renacer de un lugar que formó parte esencial de la vida comunitaria.
Cubierta por la maleza y con una infraestructura deteriorada, la alberca permaneció cerrada durante 12 años. Sin apoyo institucional, un grupo de ex obreros se organizó para rescatar el sitio que, en su infancia, les brindó momentos de esparcimiento y unión familiar.
Durante mes y medio, trabajaron arduamente en la rehabilitación de la alberca, que hoy luce completamente restaurada y lista para recibir a las nuevas generaciones.
Antonio Meza, suplente del presidente de la Comisión Liquidadora del Sindicato de la Fábrica, expresó que el esfuerzo fue completamente autogestivo, y que la satisfacción más grande ha sido devolverle a la comunidad un espacio digno. “Nosotros no olvidamos lo que nos dejaron nuestros padres y abuelos. Ellos lucharon por estos espacios y ahora nos toca a nosotros conservarlos y darles vida de nuevo”, declaró.

Con una inversión significativa —aún sin monto exacto— y con jornadas diarias que incluyeron turnos voluntarios y el apoyo solidario de sus familias, los ex obreros lograron lo que muchos creían imposible.
Cabe destacar que la alberca, mide 34 metros de largo por 25 de ancho, con una profundidad de hasta 4.8 metros, y será utilizada para recreación, clases de natación y entrenamiento deportivo.
El costo de acceso será simbólico: 30 pesos por persona, mientras que los menores de siete años entran gratis. Los fondos recaudados serán destinados a continuar con la rehabilitación del centro, en especial de los vestidores, que aún requieren intervención.
Durante la ceremonia de reapertura, también estuvieron presentes otros miembros del comité organizador, así como vecinos que celebraron la recuperación de un espacio que consideran parte de su historia.
