No todos los perros están hechos para correr:

advierten sobre riesgos al ejercitarlos sin evaluación previa
Orizaba, Ver. – Aunque compartir una rutina de ejercicio con tu perro puede parecer una excelente idea, expertos advierten que no todas las razas están preparadas para actividades intensas como correr largas distancias o subir cerros. El médico veterinario Iván Juárez Méndez señaló que antes de involucrar a los canes en este tipo de esfuerzos, es importante conocer sus capacidades físicas y condiciones de salud.
“Hay perros que, por su raza o condición física, no deben ser sometidos a actividades extenuantes. Los propietarios deben informarse antes de integrar a sus mascotas a su rutina de entrenamiento”, subrayó.
Durante la temporada de calor, los riesgos aumentan. El especialista recomendó evitar las salidas durante las horas de mayor radiación solar, sugiriendo ejercitarlos por la mañana o al atardecer para evitar quemaduras en sus patas y golpes de calor.
Juárez Méndez indicó que una buena alimentación, revisiones médicas constantes, desparasitación y vacunación son clave para mantener al perro saludable y con energía suficiente para ejercitarse, siempre de manera progresiva y sin forzarlos.
Sobre actividades como subir al cerro del Borrego, advirtió que es esencial conocer las limitaciones de cada raza. “Perros braquicéfalos —como pug, bóxer, bulldog o rottweiler— tienden a tener problemas respiratorios, lo cual representa un riesgo en recorridos exigentes”, explicó.
En contraste, razas como el pastor belga, el alemán o el pitbull son más enérgicas y pueden acompañar a sus dueños en caminatas o carreras, siempre y cuando estén acostumbrados a la actividad desde temprana edad.
“También es necesario cargar agua y un recipiente para mantener hidratada a la mascota, especialmente si el ejercicio será prolongado o bajo el sol”, recomendó el veterinario.
Juárez Méndez destacó que incluso la elección del perro debe considerar el estilo de vida del dueño. Personas mayores o sedentarias pueden optar por razas pequeñas, mientras que jóvenes activos pueden encontrar en un perro de trabajo un gran compañero.
Finalmente, alertó sobre signos de agotamiento que no deben pasarse por alto: “Si el perro se detiene de golpe y se acuesta en el camino, es momento de parar. Puede tratarse de fatiga o un problema cardíaco. Ante cualquier señal, lo mejor es acudir al veterinario”.