El arte de hacer reír continúa vigente: “Pinky”
Orizaba, Ver. – En vísperas del Día del Niño, el oficio de payaso se mantiene con fuerza en la región de las Altas Montañas, demostrando que, pese al paso del tiempo, la risa continúa siendo una profesión rentable y en constante evolución. Así lo asegura el payasito “Pinky”, artista con más de treinta años de trayectoria y uno de los más reconocidos en la zona centro del estado.
Fue por necesidad que “Pinky” encontró en el mundo del clown una salida laboral. Aprendió el oficio de un amigo, y con el paso del tiempo, perfeccionó su estilo hasta convertirlo en su forma de vida. Hoy, aseguró con orgullo que el número de payasos en la región ha crecido exponencialmente.
“Hace 30 años apenas éramos unos cuantos, menos de 50. Ahora somos más de 500 trabajando en toda la región, y cada vez hay más demanda, especialmente en estas fechas”, comentó.
Desde el 28 hasta el 31 de abril, la agenda de los payasos se llena. Pinky relata que, durante esos días, pueden realizar hasta 10 presentaciones diarias en escuelas, municipios, asociaciones y fiestas privadas, llevando alegría y risas a cientos de niños y adultos.
Lejos de la imagen tradicional del payaso con grandes zapatos y trajes estrafalarios, Pinky explica que hoy la esencia del personaje está en su capacidad de conectar emocionalmente con el público. “Lo importante no es el disfraz, sino el talento para hacer reír. Eso es lo que permanece”, afirma.
Además, comentó que las nuevas generaciones de payasos han adoptado tendencias modernas, como el uso de colores fluorescentes en la vestimenta, adaptándose así a los gustos visuales actuales sin perder la esencia del entretenimiento.
Aunque no existe una agrupación formal de payasos en la región, el sentido de comunidad está presente.
Prueba de ello es que, en días como hoy, compañeros del gremio se reúnen en el domicilio de “Pinky” para adquirir vestuario, narices rojas, zapatos y otros accesorios, creando lazos de apoyo entre artistas.
Con entusiasmo y una sonrisa permanente, Pinky aseguró que el oficio del payaso no solo está más vivo que nunca, sino que evoluciona y se fortalece con cada función. “Mientras haya risas, habrá payasos”, concluye.
