Decanato Citlaltépetl se une con fervor a los 25 años de la Diócesis de Orizaba
*Con una magna peregrinación, las comunidades de las Altas Montañas celebran su fe y tradición
Orizaba, Ver.- En el marco del 25 aniversario de la Diócesis de Orizaba, cientos de fieles católicos del decanato Citlaltépetl, también conocido como el de las Altas Montañas, participaron en una emotiva y colorida peregrinación que partió desde diversos municipios y culminó en la Catedral de San Miguel Arcángel.
Las mayordomías y parroquias de La Perla, Mariano Escobedo, Ixhuatlancillo y Atzacan se dieron cita en este recorrido de fe, llevando consigo estandartes, música de banda, danzas autóctonas y un profundo espíritu de comunidad.
Durante la celebración, el Obispo Eduardo Cervantes Merino recordó que estos 25 años de la Diócesis representan una etapa significativa en la vida eclesial, equiparable a un momento clave en la vida humana. Subrayó que el gran desafío para la Iglesia sigue siendo anunciar a Jesús en los diversos contextos sociales en los que se desenvuelve la diócesis: el rural, el urbano y el campesino.
“Debemos reconocer la riqueza de cada realidad, respetar su identidad y cultura, y trabajar por la comunión y la unidad entre todos”, expresó el obispo.
Uno de los momentos más destacados fue la participación de la familia del alcalde electo de Mariano Escobedo, Baldomero Montiel Estévez, quienes, encabezados por su matriarca y acompañados por devotos del municipio, caminaron en peregrinación respondiendo a la invitación del presbítero Ernesto Castro, responsable de la capilla de Loma Grande.
La magna peregrinación no solo fue expresión de devoción, sino también un testimonio vivo de la identidad y fuerza de las comunidades serranas, que han mantenido vivas sus tradiciones y su compromiso con la fe católica.
Las actividades conmemorativas culminarán este viernes 13 de junio con una eucaristía de acción de gracias a las 11:00 de la mañana, presidida por el Nuncio Apostólico, representante del Papa en México, quien estará presente para cerrar con broche de oro esta importante etapa en la historia de la Diócesis de Orizaba.
