Con fe y devoción, comunidad católica celebra el Domingo de Ramos en Orizaba
Guadalupe Hernández – Punto Noticias
Orizaba, Ver. — En un ambiente impregnado por el aroma de hierbas tradicionales como la palma, el romero y la manzanilla, cientos de fieles católicos se congregaron en la Alameda Francisco Gabilondo Soler para dar inicio a las celebraciones del Domingo de Ramos, que marcan el comienzo de la Semana Santa.

A pesar del calor y el fuerte sol, alrededor de 350 personas participaron en la procesión, que partió desde la explanada central. La caminata siguió un orden ceremonial encabezado por monaguillos, niños y niñas de catecismo, clérigos y el obispo Eduardo Cervantes Merino, quien iba acompañado por miembros del coro y la comunidad en general. Muchos asistentes llevaron sombrillas y sombreros para protegerse del clima.

La tradicional peregrinación culminó con una ceremonia religiosa en la Catedral de San Miguel Arcángel, donde el obispo ofreció una breve misa al aire libre, acompañado por la lectura del Evangelio. Ataviado con vestimenta litúrgica en color rojo, explicó el significado profundo de este día para la comunidad cristiana.
Durante su mensaje, Cervantes Merino señaló que este acto litúrgico abre las puertas a la celebración del Misterio Pascual, que abarca la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Subrayó que los ramos, presentes en manos de los asistentes, simbolizan el triunfo de Cristo al ingresar a Jerusalén y son signo de esperanza y redención.

Los participantes caminaron rumbo a la catedral portando sus ramos bendecidos, algunos se detenían para recibir agua bendita en el trayecto. A medida que el cortejo avanzaba por calles céntricas como Colón y Madero, el sonido de las campanas marcaba el recibimiento de los peregrinos en el templo mayor de la ciudad.

En el atrio y el interior de la iglesia ya esperaban decenas de personas que, pese al intenso calor, permanecieron en el sitio para escuchar la misa del mediodía, dando así inicio formal a las actividades de Semana Santa en la región.
